Muchas veces a las emprendedoras nos gusta movernos rápido, entonces empezamos a crear contenido, armamos nuestro sitio web etc etc para tener la sensación de que vamos avanzando. Y es súper entendible! No siempre priorizamos dedicarle a tiempo a pensar las cosas más estratégicas de nuestras marcas.
Pero como bien dice Simon Sinek en su famoso Ted Talk (con casi 54 millones de views)… Hay que empezar con el por qué. Sé que esta frase ha sido usada hasta el cansancio, pero ¿por qué es importante?
Cuando las personas compran una marca que tiene una misión, están comprando ser parte de algo más grande.
Piensa en dos polerones iguales, verdes, del mismo material, mismo tamaño. Ahora, imagínate que uno es de una marca desconocida, y el otro es de la marca Patagonia. Inmediatamente cambia el valor de los polerones, porque la marca Patagonia tiene una misión muy clara, que es usar los negocios para cuidar el planeta. Entonces, le agregamos a la compra un elemento de identidad muy importante… Porque cuando compro algo de Patagonia, me hago parte del movimiento para ayudar al planeta.
Las marcas más fuertes les dan a las personas una razón para marchar con ellos. Cuando compran esa marca, se hacen parte de su misión y la apoyan.
En las marcas personales, también hay que empezar con el por qué
Las marcas personales más fuertes también empiezan con un por qué muy fuerte, y esto inspira a su audiencia y hace que las quieran seguir contra viento y marea… Porque representan algo en lo que creen!
Por ejemplo, Jenna Kutcher es una experta en marketing que educa a emprendedoras, y tiene uno de los podcasts más escuchados en USA. Ella es súper inspiradora, en su bio de Instagram pone “Imperfectly empowering women” (“Empoderando imperfectamente a las mujeres”) porque empodera a las mujeres a “amar sus imperfecciones”. Pone fotos suyas en bikini mostrando orgullosa todas sus curvas y hoyuelos, y así llama a las mujeres a marchar con ella siendo “perfectamente imperfectas”.
Imaginemos el caso de dos coaches que ayudan a las mujeres a tener una dieta vegana. La primera coach pone en su sitio web “Ayudo a las mujeres a comer de manera vegana manteniendo una dieta equilibrada.” OK, interesante, pero no me mueve mucho.
La segunda coach escribe “Ayudo a las mujeres a comer una dieta vegana, porque así no solo comen de manera más sana, sino que además ayudan a proteger el medioambiente y dejar un mejor planeta para nuestros hijos“.
En el caso de la segunda coach, no solo está armando una propuesta mucho más atractiva y emotiva para sus clientes ideales, sino que les está dando una razón para marchar con ella.
Un por qué claro atrae a tus clientes ideales
¿Te ha pasado que trabajas con esa clienta soñada, que se entienden y complementan perfectamente? ¿Donde lo pasan bien trabajando juntas? ¿Y trabajarías feliz hasta un domingo? (Bueno, tal vez no tanto).
Cuando tus clientes creen en tu misión, no solo están haciendo un trabajo puntual, sino que juntas están ayudando a empujar el mundo en la dirección que quieren.
Esa es otra ventaja de hablar de tu por qué… Atraes a las personas que son más complementarias contigo, y se hace más divertido el trabajo.
Tu por qué te da pilas y energía
Cuando trabajas desde tu por qué auténtico, te da un motor súper fuerte que te ayuda no solo a trabajar más inspirada, sino también a superar problemas que van apareciendo…. y las emprendedoras sabemos más que bien los baches que hay que ir pasando en el camino!
Si no tenemos una razón clara y profunda de por qué hacemos lo que hacemos, los problemas se pueden volver como una montaña impasable donde simplemente llega un punto que no tenemos pilas para pasar.
Pero cuando estamos trabajando por algo que sabemos que va a tener un impacto positivo en el mundo, de repente tenemos más energía y motivación. Nos sentimos mejor poniéndole más pilas. Nos atrevemos a dar ese discurso frente a ese montón de personas porque sabemos que estamos aportando a crear el mundo que queremos.
¿Cómo encuentras tu por qué?
OK, entonces ¿cómo se hace? ¿Cómo puedes identificar tu misión?
Está claro que todas trabajamos por plata. Y está perfecto! Todas tenemos cuentas que pagar y cosas que hacer. Pero nuestro por qué va más allá de eso… Tiene que ver con nuestras motivaciones y creencias más profundas.
Esto requiere cerrar los ojos y darse el tiempo para conectar con lo que nos importa. Muchas veces, la práctica de “sentarnos en silencio” o meditar algunos minutos al día nos ayuda para entrar en sintonía con lo que más nos importa y motiva.
Ahora, es importante no confundir nuestro por qué con los resultados de lo que hacemos. Por ejemplo, una diseñadora gráfica podría decir “Mi misión es ayudar a los emprendedores a tener una marca visual impactante”. Y, esto es súper válido como resultado, pero no es algo que va a motivar a su audiencia a querer decir “Sí!! Vamos a subir esa bandera y marchar con ella por eso”.
Hay un ejercicio que describe Brandon Lucero (un experto en mensaje de marca y creación de videos) que me parece súper efectivo para empezar a desterrar tu por qué: Imagínate que ayudas a 100.000 personas con tu servicio, o pasan por tu proceso. ¿Qué tipo de impacto tendría eso en el mundo? ¿En qué ayudaría eso a hacer un mundo mejor?
En mi caso, mi por qué tiene que ver con ayudar a las mujeres a ser exitosas con sus negocios, para que puedan diseñar una vida que aman. Es la primera vez en la historia que las mujeres no tenemos que elegir entre nuestra familia o nuestro trabajo, ya que tenemos posibilidades infinitas para emprender “a escala” haciendo algo que nos apasiona. Y también creo que cuando las mamás nos sentimos realizadas haciendo algo que amamos y pudiendo estar con nuestras familias, la felicidad se multiplica. Nuestros hijos están mejor y nuestros matrimonios están mejor.
Así que, busca ese por qué que te guiará en tu decisiones… Estoy segura que te ayudará a encontrar sentido y motivación para crear un negocio más exitoso!
+ SHOW COMMENTS
Leave a comment
Wishing you ease and happiness in your brand and business!
- Hide Comments